La nueva música clásica de José Agustín, libro publicado por primera vez en 1968 por el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana, y más tarde en 1985, vuelve a estar en circulación con una reedición prologada por el poeta Alberto Blanco a través Grijalbo, sello editorial perteneciente a Penguin Random House, a unos meses del fallecimiento del escritor nacido en Guadalajara pero considerado morelense por adopción.
Este libro, que navega entre la crítica y la crónica, “es una exploración personal y profunda sobre el rock: la revolución musical que comenzó en los años cincuenta con el rock ‘n’ roll, le dio vuelta al mundo en los sesenta montada en los hombros de los Beatles y transformó para siempre la música popular con las experimentaciones del movimiento hippie, más los que le siguieron”, apunta PRH.
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Esta edición de uno de los clásicos de José Agustín se une a las reediciones de Cerca del fuego, Dos horas de Sol, La contracultura en México, Tragicomedia mexicana 1 y Se está haciendo tarde que se han estado publicado desde el año pasado para honrar al autor, esta vez con nuevas portadas y prólogos frescos, escritos por figuras importantes de la literatura como Brenda Ríos, Carlos Martínez Rentería, Emiliano Ruíz Parra, Fernanda Melchor e incluso José Ramírez-Bermúdez, hijo del escritor.
Para celebrar, en cierto modo, pero sobre todo para recordar la obra y al escritor, fue presentada esta edición en el renovado Multiforo Alicia, donde estuvieron presentes, además de un vasto público adepto al autor de La panza del Tepozteco, Andrés Ramírez y José Agustín Ramírez, hijos del escritor; Iván Nieblas, locutor de radio y amante del rock; Margot Cortázar, periodista; y Brisa Vázquez, baterista de Los Esquizitos.
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En la presentación, Andrés Ramírez, otrora editor literario, se dijo contento por que la presentación sucediera en un foro como el Alicia, por lo que significa para la cultura y, claro, para el periodismo. Sobre todo, recordó cuál fue el acercamiento de su padre al rock, que se remonta a cuando al maese tenía alrededor de 15 años, cuando escuchó por primera vez a Elvis Presley y ya no hubo vuelta atrás.
Por su parte, el hijo menor del escritor, dijo que su jefe era un visionario y que demostró, con lo que hizo, que debía ser canonizado. En este libro, apuntó, y coincidió más tarde con Iván Nieblas, recorre la historia del rock, la llegada de este género a México y la importancia del rock a la que, quizá, sin José Agustín, no había sido tan sencillo acceder.
Finalmente, en el evento dieron a conocer que el próximo 16 de agosto los tres hijos del escritor pondrán las rolas favoritas de su padre en la Fonoteca Nacional.