Activistas del grupo Futuro Vegetal lanzaron pintura roja y negra a la mansión de Lionel Messi en Ibiza, en protesta contra el impacto ambiental de los ricos.
El presidente argentino Javier Milei condenó el ataque y pidió al gobierno español garantizar la seguridad de los ciudadanos argentinos.
Los activistas justificaron su acción afirmando que la propiedad de Messi es ilegal y citaron un informe sobre las emisiones de carbono. La mansión, valorada en 11 millones de euros, carece de certificado de ocupación debido a construcciones sin permiso. Futuro Vegetal realizó protestas similares en el pasadom,
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