En cada lanzamiento, su estilo único, con esa mirada al cielo antes de soltar la bola, se convirtió en un símbolo de esperanza y determinación.
Foto: X /@Dodgers | En cada lanzamiento, su estilo único, con esa mirada al cielo antes de soltar la bola, se convirtió en un símbolo de esperanza y determinación.  

La Serie Mundial de 1981 no solo fue un momento de revancha para los Dodgers de Los Ángeles, sino también el escenario en el que Fernando “El Toro” Valenzuela cimentó su lugar en la historia del béisbol. 

Aquel año, Valenzuela no solo se robó el espectáculo con su fenomenal desempeño durante la temporada regular, sino que su actuación en la Serie Mundial contra los Yankees de Nueva York fue determinante para llevar a los Dodgers a la victoria.

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Fernando Valenzuela se convirtió en un ídolo instantáneo al ganar tanto el premio Cy Young como el de Novato del Año, una hazaña sin precedentes hasta ese momento. Sin embargo, fue en octubre cuando el mundo pudo ver de qué estaba realmente hecho “El Toro”.

Con los Dodgers perdiendo los dos primeros juegos de la serie, el equipo se enfrentaba a una difícil situación en el Juego 3, celebrado en el Dodger Stadium. Valenzuela fue el elegido para cambiar el rumbo de la serie, y lo hizo de una manera memorable. 

Aunque no tuvo su mejor control permitió 9 hits y 4 carreras su actuación fue una lección de coraje y perseverancia. Lanzó todo el partido, nueve entradas completas, mostrando un temple inquebrantable frente a la ofensiva de los Yankees.

El partido terminó 5-4 a favor de los Dodgers, y con esa victoria el equipo de Los Ángeles logró voltear la serie. Valenzuela, con su estilo característico de lanzar y su calma bajo presión, inspiró a sus compañeros a continuar luchando, y los Dodgers terminaron ganando los siguientes tres juegos consecutivos para adjudicarse su primer campeonato desde 1965.

La labor de Valenzuela en la Serie Mundial fue más que un simple logro individual. En un año marcado, él se convirtió en el ancla del equipo, ganándose el cariño de los aficionados no solo en Los Ángeles, sino a nivel global. 

“El Toro” no solo fue el primer novato en lanzar un juego completo en una Serie Mundial, sino que su esfuerzo fue visto como la encarnación del espíritu de lucha de los Dodgers. En cada lanzamiento, su estilo único, con esa mirada al cielo antes de soltar la bola, se convirtió en un símbolo de esperanza y determinación.

Este histórico triunfo no solo dio a los Dodgers su quinto título de Serie Mundial, sino que colocó a Valenzuela en el panteón de las leyendas del béisbol. Su capacidad para dominar a los Yankees bajo presión y su aguante en el montículo marcaron el camino para la remontada de Los Ángeles en esa serie.

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Hoy, más de cuatro décadas después, la rivalidad entre los Dodgers y los Yankees sigue viva.  En 2024, mientras los Yankees y los Dodgers luchan por un nuevo título, las leyendas del pasado como Valenzuela aún resuenan en los recuerdos de los fanáticos, quienes esperan con ansias ver si alguno de los equipos puede reeditar la gloria de aquel inolvidable octubre.

TJ