Fernando Valenzuela falleció este martes, a los 63 años de edad, en Los Ángeles, California, en Estados Unidos, tras varias semanas internado por presuntos problemas hepáticos.
Su figura fue fundamental para que México haya tomado fama en el Rey de los Deportes, tras concluir una carrera como el pelotero tricolor con más triunfos, aperturas, entradas lanzadas y ponches.
Embajador y leyenda máxima del beisbol por su paso en la Gran Carpa, en la que obtuvo un anillo de campeón con los Dodgers de Los Ángeles, el nacido en Etchohuaquila, Sonora, en 1960, fue el menor de 12 hermanos que supo convertirse en icono del beisbol internacional con una zurda que lo hizo partícipe del juego a nivel profesional desde 1980 hasta 1997.
Vinculado hasta el último momento con la organización angelina de los Dodgers, El Toro se mantuvo hasta 22 años como miembro de las transmisiones de dicha novena en temporada regular, además de haberse hecho con la franquicia de los Tigres de Quintana Roo en la Liga Mexicana de Beisbol desde 2017.
En Etchohuaquila, ranchería del municipio de Navojoa, que actualmente tiene menos de mil habitantes, El Toro Valenzuela supo desarrollar su talento desde joven, al participar desde los 17 años en un Juego de Estrellas en el que representó a Ciudad Obregón y se adjudicó el premio al Jugador Más Valioso, para comenzar desde allí su andar por las ligas del país entre equipos como los Cafeteros de Tepic o los Tuzos de Silao.
El camino rumbo a la Gran Carpa comenzó a gestarse en 1978, cuando la Liga Central fue absorbida por la Liga Mexicana de Beisbol y Fernando Valenzuela fue contratado por los Ángeles de Puebla, para jugar a préstamo con los Leones de Yucatán y ganar el premio a Novato del Año.
Descubierto por el cubano Camilo Corito Varona, El Toro pasó a los Dodgers en un acuerdo firmado el 6 de julio de 1979, para llegar al roster estelar de la organización al final de la temporada de 1980 y un debut el 15 de septiembre de dicho año para que Jerry Royster fuese el rival en recibir el primero de los dos mil 74 ponches que recetó El Toro en su carrera ligamayorista.
La campaña de 1981 la concluyó con récord de 13-7 y una efectividad de 2.48 en 25 aperturas. Obtuvo el premio al Novato del Año y el Trofeo Cy Young, para convertirse en el único en la historia de las Grandes Ligas en ganar esos dos premios el mismo año y con el Bate de Plata como lanzador en la Liga Nacional y su anillo de campeón de la Serie Mundial.
Como jugador profesional logró 17 temporadas en activo en Grandes Ligas, con una efectividad de 3.54 en 453 apariciones, 424 de ellas como abridor. Otorgó 1,151 bases por bolas y ponchó a 2,074 bateadores.